Las personas van y vienen, puedes tener amigos, pareja, pero
sólo hay una cosa segura, la familia. Dicen que los amigos son la familia que
nosotros elegimos, y es cierto. Yo la elegí a ella, a Gara y antes también había
elegido a mis dos tortugas, Sadam y Shinchan. La vida cambió muchas veces, pero
ellas siempre estaban ahí.

La relación entre ellos era diferente a la mía con Gara.
Gara es mimosa, si oye risas de mujer se tira el suelo y enseña la barriga para
que la acaricien… porque lo ha aprendido con mis amigas, ella siempre es el centro de atención. Pluto era más
distante, estaba atento, vigilante, pero jamás lo verías a él tumbado en el
suelo esperando caricias con las 4 patas en el aire. Él es un perro guardián y
unas palmadas en el pecho para decirle que estás orgulloso de él le hacían más
feliz que cualquier otra cosa. Pluto ha cambiado, pero vamos contando por partes.
Un día me invitó a su casa, yo fui encantada porque sabía
que vería a Pluto. Para mí, haber encontrado a una persona que me atraía y que
tenía un perro grande -de 8 años en aquel entonces- como Gara, negro y la mía
blanca, era curioso. Cuando entré en su casa, en el salón había un recipiente
de plástico grande, escuché chapoteo de agua y fui corriendo hacia él. Si,
había dos tortugas – eso sí, sin nombre- pero tortugas, una más grande que la
otra. Era increíble, me pareció
muy gracioso descubrir tanta coincidencia. Tengo una amiga, muy amiga, con la
que siempre me he sentido muy unida – además de por muchas otras cosas – porque
ambas tenemos tortugas, pero no pensaba encontrar a un chico, que me atrajese,
que me hiciera reír, con un perro maravilloso y no una, sino dos tortugas, era
yo en masculino.
Sus tortugas eran más pequeñas que las mías, ¿Cómo se llaman?, pregunté. “No
tienen nombre, son tortugas”- No me lo podía creer…- “Da igual que sean
tortugas, pueden tener nombre, las mías lo tienen”. (No hace falta decir que le
sorprendieron mucho los nombres de mis tortugas, pero tienen su explicación). “Bueno,
pues Tortuga1 y Tortuga2”, me dijo. “Eso no son nombres… ”- le dije con cara de
reproche- y entonces me pidió que les pusiera nombre yo. Lo vi claro: “¡Joaquín
y Carmela!”. “¿Qué dices?, ¿por qué?”: “Porque tienen cara de llamarse así.”
Hoy somos una familia de siete miembros, Shinchan ya no está
con nosotros :(.
Gara y Sadam son la familia que yo elegí, él es mi alma gemela, y Pluto, Carmela
y Joaquín me eligieron a mí. Todos son mis almas gemelas porque, una me sabe a poco ;)
No hay comentarios:
Publicar un comentario