viernes, 9 de diciembre de 2016

Tus animalitos no son bien recibidos...


Tener tres perros es una maravilla, te levantas por la mañana y tienes tres hocicos hundiéndose por todo tu cuerpo dándote los buenos días, tres rabos que se agitan de felicidad cuando llegas a casa después de trabajar, tres personalidades diferentes a las que observar con cariño y partirte de risa cuando te das cuenta de que son tan iguales, y tan diferentes a la vez...

Tener tres perros es estupendo, pero está claro que tiene algunos inconvenientes. Hay inconvenientes que son evidentes: 


  • Recoger la caca (en cantidades industriales de 3 culos cagones)
  • Comprar comida, pipetas, vacunas, etc... para tres 
  • Tener un coche donde quepan los 3 sin tener que meter a uno en los pies del copiloto ;)
  • Tener en cuenta que unos necesitan mucha actividad y otros son mayores y ya no pueden ir a correr, por lo que habrá que dar varios paseos adaptados al ritmo de cada uno


Si a ésto le añadimos un bebé de 6 meses...se complica, pero aún así, sigue valiendo la pena, al menos para nosotros. Pero hay algo con lo que no puedo, y me hace pasarlo muy mal, y es el desprecio. Todos sabemos que hay personas a las que no les gustan los animales, y sinceramente les respeto, no es fácil tener un animal, es una responsabilidad muy grande y entiendo que no todo el mundo quiera pasar por ello. Lo que no puedo entender ( Ojo!, no voy a entrar en el tema de las personas que odian a los animales: maltratadores, etc.... ) hablo de los que no son amantes de los animales, es ellos a quienes respeto, porque no hacen daño a nadie, simplemente no quieren animales en su vida. Lo que no puedo entender es que, si yo puedo respetarles a ellos, ¿por qué algunas de esas personas no pueden respetarme a mi?

¿A qué viene todo esto? Les cuento: ir paseando por con toda la patrulla, carro de bebé incluido es todo un espectáculo. La gente se cruza contigo, unos se ríen, otros te miran mal...realmente tu la mitad de las veces ni te enteras, vas muy ocupada revisando por si alguno hace caca y tienes que recogerlo, que no se líen las correas, no atropellar a ninguno con el carrito, etc....

Ayer jueves 8 de Diciembre nos fuimos a Garachico en familia, todos, dos adultos, un bebé de 6 meses y tres chuchitos preciosos y que, no es por presumir, pero justo ayer se estaban portando los tres genial (Eso no pasa todos los días :P). Llegó la hora de almorzar y decidimos buscar un sitio donde sentarnos, era temprano así que aún no había mucha gente en los bares, y buscamos uno que tuviera terraza. 


Con el Espacio Gastronómico: La Cañada de Garachico fuimos a dar...


Vimos un sitio, los precios eran un poco altos (precio de tasca, no guachinche), pero como tenían una terraza con 5 mesas, toldos para el sol y no había nadie sentado decidimos sentarnos allí. Siempre me fijo por si hay algún cartel de "Prohibido perros", cartel que me cabrea mucho porque las terrazas suelen estar en aceras públicas....pero prefiero no comer en sitios donde no me quieren. Luis empezó a rodar algunas sillas para poder poner el carro en un sitio seguro y entonces salió un señor, que tuvimos que deducir que era alguien que trabajaba allí, porque no se presentó.

Con un tono que a mi me sonó a desprecio nos dijo "Nooo noooo caballero, miren, con los "animalitos", la única mesa que puedo prestarles es la última de la izquierda". Tengo que aclarar que la mesa de la izquierda, que estaba un poco apartada y no habían más negocios a continuación estaba fuera del toldo, a pleno sol, sin posibilidad alguna de sombra. Le explicamos que con el bebé no podíamos ponernos en esa mesa, necesitábamos sombra y no había NADIE en todo el local. Volvió a repetirnos que "Con los animalitos sólo podía prestarnos aquella mesa", era nuestra única opción. Yo tengo que reconocer que la paciencia no es lo mío, y entre el tono del señor y la rabia que sentí al ver que poco le importaba si nos cogíamos una insolación, bebé incluido, le dije que no nos iba a prestar nada, que íbamos a pagar como todo el mundo. Luis tiene mucha más paciencia que yo, así que le dió las gracias sarcásticamente y empezó a caminar dirigiéndome sutilmente lejos del señor. Yo seguía diciéndole que deberían poner un cartel indicando que los "animalitos" no son bien recibidos y que prefería comer del plato de mis perros que comer allí. (Si, soy de esas personas que se sienten ofendidas y montan un pollo, no lo puedo remediar). 

Gracias a la actitud positiva de Luis acabamos comiendo en otro restaurante con terraza a pie de las piscinas naturales (Restaurante el Caletón), que aunque es el típico sitio para turistas en donde la comida es sólo aceptable, nos trataron con mucho cariño, nos ofrecieron agua para los perros, no dieron varias opciones de mesas con sombra para elegir y nos hicieron sentir como el resto de personas que estaban comiendo allí sin importar si tenemos perros o no. 

No sé si a alguien le ha pasado algo similar, conozco varios sitios en la isla que no tienen cartel prohibiendo animales pero te echan si vas con ellos, y creo que ésto debería estar regulado. Está muy bien que tengan un derecho de admisión, pero no es lógico que no tengan que indicarlo por ley o que puedan tratarte sin educación y faltando al respeto. Una "anécdota" como ésta puede arruinarte un día precioso en familia de esos que cuesta tener a veces por falta de tiempo y no hay derecho. 

Por supuesto, tanto la Cañada de Garachico como el Restautante el Caletón tienen mi valoración en TripAdvisor como consumidora contando sendas experiencias, y espero que les sirva de referencia a los que usen ésta aplicación si algún día deciden ir con sus animalitos a comer a Garachico. 

Lo dicho: Keep calm and smile!

miércoles, 8 de julio de 2015

Impotencia

Impotencia es lo que siento, cuando veo a personas cercanas a mi cometer errores que condenan a un animal. Todos cometemos errores, pero la vida está por encima de nuestros errores.

Es desconcertante cuando ves a personas a las que quieres, tirar todo por la borda, cuando esas personas han compartido contigo perros de la infancia, perros que fueron como un hermano más, perros que no tenían raza ni se parecían a ninguno que la tuviera, pero que eran el mejor perro del mundo sólo por ser el tuyo. 

Pero un día te dicen que personas que han vivido esas experiencias como tú, han comprado un perro. Y me enfado. Si, posiblemente no tenga razón para hacerlo, cada uno hace lo que quiere, pero me duele. Si esa persona conoce a mis perros y les tiene un mínimo de cariño sabe que no les hace falta tener una raza para ser los mejores perros del mundo, sabe que no es cuestión de razas, ni de dinero, sabe que son perfectos tal y como son.

Me duele y me ofende que esas personas que han tenido otro perro, un "chuchito" precioso sin raza al que han regalado, cedido o abandonado, y ahora pagan dinero por un perro sólo porque les hace ilusión que tenga una raza concreta.

Tampoco puedo culpar a ese perro de raza, ese "cachorrito" precioso de raza al que dan ganas de estrujar y besar como a cualquiera de los perros que yo pueda sacar de un albergue, pero pienso que seguramente su madre, otra perra de pura raza preciosa a la que puede que hayan obligado a parir una y otra vez para hacer negocio sin una vida digna y luego hayan tirado a la basura, pienso en ella, porque seguramente también era preciosa, "achuchable" y daban ganas de comérsela. Quizás la próxima sea la hermana de perrito que has comprado, pero...¿que más da?, ojos que no ven....

Y tu me dices: “Pero yo no tengo la culpa de eso, no tengo la culpa de que haya criaderos de perros y obliguen a las perras a vivir en condiciones penosas pariendo una y otra vez para sacar crías que vender...” ¿Estás seguro? Si no les diera dinero, si tu no les dieras tu dinero por ello, ¿crees que se molestarían en hacerlo? Cuando la gente no compra algo...desaparece, porque deja de ser negocio.

Y entonces me dices: “Ya bueno, pero yo no lo compré en un criadero, era un tipo que su perra había tenido 5 y los vendía” Y yo te pregunto: ¿Sabes cuantos de esos perros “comprados” acabarán igualmente abandonados, atropellados o en el albergue? ¿Piensas que porque alguien haya pagado por ellos les va a cuidar mejor que yo? ¿De dónde crees que salen la gran cantidad de perros de raza y sin ella que hay en los albergues y en la calle? Podías haberte ahorrado una pasta si hubieras buscado en el albergue, quizás un perro te habría enamorado de verdad con su mirada y te habría hecho sentir cosas que no puedes comprar...

En fin, decepción, decepción es lo que siento porque por más que se lo explique no van a comprender jamás que no tienen un perro mejor por haber pagado por él, ni tienen un perro mejor porque sea de raza, no van a entender nunca que un amigo no se compra.


Pero no me gusta ser tan cerrada de mente, así que dime: ¿Por qué comprar si puedes adoptar?

martes, 7 de julio de 2015

Podenquízate

Ya desde que conocí a Luis, y él y Pluto pasaron a formar parte de la familia, había mucha gente conocida que me decía, “Uff, ahora vas a tener dos perros, y no cualquier perro, dos pedazo de perros, yo no sé cómo puedes...”. Imagínate ahora, es decir que tengo 3 y los ojos se les abren como platos, lo primero que preguntan es la raza, y cuando les dices que el más pequeño pesa 20 kilos, y los otros dos rondan los 30... alucinan.


Aunque intenten hacerme sentir un bicho raro, la realidad es que siempre quise tener varios perros, desde que recuerdo. No es una cuestión de cantidad, ni de presumir, simplemente me parece divertido, tenerlos, cuidarlos y ver cómo son, cada uno diferente al otro. Realmente nunca pensé que pudiera llegar a tener 3, es una gran responsabilidad y claramente necesitas espacio, tiempo libre y mucha fuerza de voluntad.

Una vez alguien me dijo: “Tres perros???? Deberías dejar de tener tantos perros y tener niños”, sonreí y no respondí por educación. Yo hago lo que quiero cuando quiero, y nadie tiene que decirme cuál es la edad o el momento de mi vida para tener niños, hay quienes intentan hacerte sentir mal, hacerte sentir un bicho raro, pero lo pienso... y es lo que quiero. Quiero a mis perros y no me arrepiento ni cuando se comen mi libro electrónico.


¿Qué es podenquizarse?

Los amigos de 7ISLAS X 4PATAS tienen un álbum en Facebook que se llama “Podenquízate”, bajo el lema “Pon un podenco en tu vida”, conozco varias personas cercanas que han adoptado un podenco en el último año, y el otro día oí un comentario de alguien que decía: “Podenquízate dice, ahora resulta que están de moda los perros de caza y venga todos a adoptar perros de caza, cuando no paren de traerles animales muertos verás....”.

¿Una moda?

Si, es posible que lo hayan querido convertir en una moda, ahora hay hasta camisetas de "I love PODENCOS", sudaderas, etc... supongo que también está de moda abandonarlos, intentar ahorcarlos, arrojarlos a la basura, … y claro, cuando tienes un albergue lleno hasta las trancas de perros de “caza” como tú los llamas, lo mejor que te puede pasar es que se ponga de moda adoptarlos, quererlos y cuidarlos.

Perros de "caza"

Es curioso, si hicieras una afirmación así sobre las personas de una raza, claramente sería discriminación. ¿Quién decidió que ellos son perros de caza? ¿Les has preguntado si les apetece salir a cazar conejos, o les has hecho pasar tanta hambre que han desarrollado la capacidad de buscarse la vida para no morir de hambre? Si, es cierto que sus condiciones físicas son ideales para ello, y está claro que tienen un instinto natural que les da la capacidad para ser buenos para la caza, pero quizás puedan usar esas cualidades para otra cosa... ¿Has probado a iniciar a un podenco en la disciplina de canicross?

Al igual que los humanos, los perros desarrollan las cualidades por lo que han vivido o les han hecho vivir, lo que les enseñas. Si tu perro no ha tenido necesidad de cazar no lo hará, y si, el mío me ha traído muchos lagartos muertos, pero también mi perra (cruce con Husky) me ha traído lagartos y ratas muertas, ¿es ella también una perra de caza? Pluto es un perro guardían, con un instinto increíble para proteger a las personas que quiere, ¿debería por ello atarlo a una correa minúscula durante toda su vida para vigilar una casa o una finca? Tristemente algún/@ ignorante contestará que si, pero se equivoca. Lo único que espero es que es@ ignorante nunca tenga un perro bajo su reponsabilidad.


¿Que a dónde quiero llegar? 

Podenquízate, gatunízate, dobermanízate, yorshirízate, chuchotízate!! 

Lo importante no es a cual elijas, ni que los demás piensen que es una moda o no.
Lo importante es que las perreras están llenas de perros y gatos sin hogar, que se merecen una oportunidad.
Lo importante es que eso albergues no dan a basto para mantenerlos a todos.
Lo importante es que tomes esa decisión de manera consciente y responsable.

Lo importante es que disfrutes de ellos, porque al fina el que saldrá ganando eres tú

miércoles, 18 de febrero de 2015

Lo que nadie te cuenta...

Hacía ya tiempo que no contaba ninguna historia sobre los peluches, WiFi ha llegado a casa y es un torbellino. Estábamos acostumbrados a Pluto y Gara que ya son mayores y están educados y llevan otro ritmo de vida, pero él es pura energía.

Hace ya un par de meses que está con nosotros, y a día de hoy no podría separarme de él. Ha aprendido mucho con nosotros, llegó tímido y asustadizo, pero va avanzando y ahora es inseparable de Pluto, ya sabe manejar a Gara, le encanta que lo acaricie y le de mimos. Ya se acerca a los conocidos, al principio no dejaba que nadie se le acercase, sobre todo los hombres, todavía hoy le cuesta un poco más confiar en los hombres. No sabemos por qué, y nos da igual, lo importante es que avanza. La llegada de un nuevo miembro a la familia es un momento precioso, adoptar es genial, pero hay algo que no te cuentan y debes saber.



Es verdad que nos ha alegrado la vida a todos, es cierto que lo quiero con locura (igual que a los otros dos), pero nadie nos dijo que llegaría y se comería mi kindle (mi libro electrónico) o el casco de la bici de Luis, pero al fin y al cabo son cosas materiales. Llegó y se adaptó muy rápido a la casa, pero nadie nos dijo que Gara sería dominante con él y que Pluto intentaría robar su comida para acabar peleando entre ellos, pero todos tienen que adaptarse. No puedo negar que nadie había disfrutado nunca tanto de un jardín como lo hace el, pero nadie me avisó de que su instinto de caza es superior a él y que mordería a una de mis tortugas durante horas hasta casi matarla.

Nadie me lo dijo cuando le iba a adoptar, no me avisaron de que al verle intentando comerse a mi tortuga sentiría rabía y gritaría hasta quedarme afónica al ver el charco de sangre que había provocado... pero debí haberlo sabido.

No es el primer perro que tengo, cuando adopté a Gara pasé horas poniendo a las tortugas en el suelo a su alrededor y castigándola cada vez que intentaba tocarlas. Tenía pesadillas, soñaba que las cogería y las mataría, así que puse todo mi empeño en que llegara a casa cansada por el ejercicio y en hacerle entender que no debía hacerles daño. Y lo entendió, años después podía dejar a las tortugas caminando por el patio y ella tomaba el sol mientras vigilaba que no se le acercaran más de lo que le gustaba, pero no hice eso con WiFi. Bajé la guardia y fallé.

WiFi casi mata a Sadam, pero la culpa es mía. Nunca le dije que no debiera matarla. No le saqué lo suficiente para que llegara a casa cansado por el ejercicio y no sintiera la necesidad de jugar con la tortuga. No se las presenté como animales a los que no se debe hacer daño, simplemente le dejé acceder al jardín confiando en que copiaría el comportamiento de Pluto y Gara como ha hecho con otras cosas. Cuando ves a un niño que se porta mal no piensas: “Es malo”, - porque los niños no son malos -, piensas: es culpa de los padres. Pues ésto es igual....


Sadam está bien, creo que por eso cuento ésta historia, si hubiera acabado de otra forma no sé si habría sido capaz de contarla. Le mordió el caparazón y parte de él desapareció, y le hizo una herida en el cuello, pero ya está recuperada y ha vuelto con las otras dos al agua a nadar y a tomar el sol. Es un milagro que las tortugas tengan una protección tan buena, se la ve feliz a pesar de todo. El día que la encontré mordida probablemente será un recuerdo horrible en mi mente toda mi vida, pero ahora que puedo verlo desde un punto de vista positivo intento aprender de lo que ha pasado y no volver a bajar la guardia nunca más.


domingo, 11 de enero de 2015

WiFi el escapista


Salimos a pasear, salir sola con los 3 por la carretera es una locura, así que Gus nos acompañó. Hicimos un recorrido que solemos hacer bajando desde casa casi hasta el mercado y subiendo por el parque Hamilton en Tacoronte hasta casa de los abuelos. Para mí era un día especial, llevaba una semana en casa intentando terminar la memoria de mi proyecto de fin de carrera a tiempo, a penas sin salir de casa para nada, y por fin tenía un rato para pasear y relajarme con los bichos.

Todo iba bastante bien, yo llevaba a WiFi y a Gara y Gus llevaba a Plu. A Gara prácticamente no hay que llevarla, yo me sujeto la correa al cuerpo como si fuera un bolso en bandolera y ella camina a mi lado. Pluto es más complicado porque es macho, y su debes es hacer pis cada metro y medio, por tanto se para cada poco y hay que esperar por él. Para el aprendizaje, WiFi lleva un collar metálico con eslabones que ayuda a que no tire de nosotros y nos arrastre porque aunque es delgado, tiene mucha fuerza.

Hicimos todo el recorrido tranquilos, Gus y yo íbamos charlando y ellos iban oliendo y haciendo sus cosas. Subimos hasta el parque y allí decidí soltarlos para que corrieran un poco. Me daba algo de desconfianza porque cuando le suelto en el monte siempre viene, pero se aleja bastante. Le soltamos y tras varios segundos empezó a correr como loco por el césped. Se alejó mucho para mi gusto así que lo llamé, y tras varios minutos de incertidumbre vino hacia donde estábamos a toda velocidad. Pero tuvo mala suerte. Camuflado entre el césped había un foco de luz, metálico y que no se veía, y al venir corriendo se golpeó contra él.

Golpeó el foco con mucha fuerza y gritó. Yo, que no soy nada histérica... me asusté mucho. Lo vi cojear y pensé lo peor. “¡Cojea mucho!¿crees que se habrá partido la pata?”, al principio me huía, iba cojeando y venía hacia mí, pero cuando le iba a tocar se iba. Finalmente decidí caminar en dirección contraria a él y vino detrás de mi. Le palpé la pata, pero no se quejaba y poco a poco dejó de cojear, fue un buen susto, pero estaba bien. Les puse la correa a todos y seguimos hacia nuestro destino.

“De repente ¡WiFi estaba suelto!”

Íbamos hablando sobre el tema, cómo educar al perro, qué hacer cuando no viene aunque le llames, y más chorradas, porque al final...nunca sé qué hacer. Estábamos en la acera y de repente, ¡WiFi estaba suelto!, y lo peor, iba hacia la carretera. Vi el collar en el suelo, estaba abierto, había un eslabón separado, pero eso daba igual, WiFi estaba en medio de la carretera y venía un coche. Le pedí a Gus que sujetara a Gara.

El primer coche pasó muy despacio junto a él y cuando estuvo delante de él lo adelantó por el carril contrario, pero al pasar WiFi siguió al coche y estaba bailando en ambos carriles. Intenté no ir a por él (todas esas cosas que siempre te dicen que no debes hacer), él me miraba divertido desde la carretera, pero entonces vi un todo terreno que se acercaba muy rápido. Me puse en el borde de la carretera haciendo señas para que parara, pero la chica seguía sin reducir la velocidad. Me di cuenta de que lo que pretendía era adelantar al perro por el otro carril pero, ¿y si el perro se movía?. En un arrebato de histeria me puse en medio de la carretera y vi como la chica me miraba a la cara. Debí dar mucho miedo, aunque yo no era más que otro trozo de carne en medio de la carretera, pero supongo que atropellar a un trozo de carne humana tiene más consecuencias. Le grité, le ordené que parara como si yo pudiera bloquear el coche con la mirada, si, fui un poco idiota, pero estaba fuera de mi. La chica paró, seguramente le dije algo malsonante, si soy sincera no recuerdo lo que dije, todo lo que salió de mi boca fue automático.

Con todos los coches parados intenté llamar a WiFi, pero él debió pensar que era un juego y comenzó a dar vueltas a un coche aparcado huyendo de mi.

En algún momento los coches reanudaron la marcha, algunos pasaban despacio
mirándome con pena, otros pasaban sin más, seguramente algunos ni nos vieron. WiFi se acercaba a mí y justo en el momento en que lo iba a sujetar, aunque no hiciera movimientos bruscos, huía. Entraba y salía de la carretera corriendo sin más y yo desesperada no sabía qué hacer. Llegó un momento en que mi cabeza no podía más, sabía que estaba haciendo algo mal, pero no sabía cómo arreglarlo, aquí no funcionaba eso de camina en sentido contrario a él, podían atropellarlo. Literalmente no podía más, me quedé quieta, agachada en el suelo, a punto de romper a llorar, y entonces... se acercó a mi lo suficiente para poder sujetarlo.

Cuando lo tuve entre mis manos mi mente daba vueltas, lo sujeté todo lo firme que pude para que no volviera a escapar, creo que él notó mi tensión porque no se movía, estaba como en shock. Ahora venía el siguiente problema, no teníamos collar para seguir. Intentamos ponerle el collar de Gara, el de Pluto, todos era muy grandes, así que yo, cansada, agotada, enfadada, asustada, … cogí al 22 kilos en brazos y lo cargué el resto del camino mientras el pobre Gus llevaba a los otros dos angelitos y todos los bolsos y chaquetas que habíamos llevado.


Cuando llegamos a casa de los abuelitos, le dejé en el suelo del patio y me senté en unos escalones. Mis padres salieron y preguntaron qué había pasado al verme, pero yo ya no podía ni hablar....

lunes, 29 de diciembre de 2014

La llegada del extraterrestre...


Miro todas las fotos de cuando era pequeña, en todas, cumpleaños, chuletadas en el monte en verano, reuniones familiares, bautizos, carnaval, … en casi todas aparece él. A veces sale solo un pequeño bulto marrón en la parte inferior de la foto, con dos ojos que brillan con el flash... otras salimos yo o mi hermano abrazados a él, y en otras mi padre lo levanta por encima de todas las cabezas para que salga en la foto.

No era un perro educado, pues nadie nunca lo educó. Mis padres no tenían tiempo para ello pues tenían dos niños pequeños y mucho trabajo para poder salir adelante y nosotros...éramos dos enanos que sólo queríamos jugar, y así se crió. Si, no era un perro educado que pasea a tu lado con la correa ni se sienta cuando se lo pides, pero yo creo que fue feliz. Hacía pis dentro de casa y mi madre se enfadaba con él, abría la nevera y sacaba todos los embutidos...y luego no comía ninguno, jugaba con nosotros, comía con nosotros, dormía con nosotros, era el mejor. Pero mejor empezar la historia por el principio:

"La llegada del extraterrestre"

Mi madre trabajaba como cocinera en un restaurante justo delante de casa. Muchos podrían pensar que era una ventaja trabajar justo delante de casa, pero a ella no se lo parecía tanto. Aún así, tenía sus cosas buenas. El restaurante era grande y tenían mucho espacio de patio, y en el fondo tenían perros, solían estar sueltos por los patios cuando estaba cerrado, y cuando abrían al público los metían en unas jaulas muy grandes que estaban genial.

En ese momento habían: dos pastores ingleses a los que yo llamaba “pepones” - macho y hembra – un “collie” - como Lassie – y una perrita sin raza de tamaño pequeño y pelo corto que todos coincidían en qu era el “patito feo de la manada”. Los dueños cruzaron a los pepones para tener crías y el collie... decidió cruzarse con la pequeñina sin raza porque a él no debió parecerle tan fea.

Nacieron al menos 5 cachorros en la camada de los pepones, y la pequeñina tuvo tan sólo uno. La chiquitina lo pasó bastante mal con el parto así que juntaron a todos los cachorros y la pepona grande los amamantó a todos. Eran todos preciosos, aunque el chiquito en comparación con el resto no era tan lindo, pero aún así tenía su encanto. Yo tendría unos 3 años y mi madre me llevaba a veces al bar y les daba el biberón. Me encantaba estar rodeada de todos ellos, había una con los ojos azules a la que llamé “Princesa” - tenía 4 años...no me juzgueis ;). A otro lo llamé “CaraTortilla” porque tenía la cara aplastada, fui poniendo nombre a todos, mi madre me preguntaba por el pequeño. Era marrón chocolate con manchas blancas en el hocico, el pecho y la puntita del rabo y las 4 patas, pero no se me ocurría nombre, hasta que un día surgió. “El pequeño se llama Alf, mami”, “¿y eso?”, preguntó; “Porque es diferente a los demás, es un extraterrestre”.


Mi madre trabajaba los fines de semana por la noche hasta tarde, era verano y nosotros nos quedábamos despiertos en la habitación mientras mi padre veía la tele en la sala. Mi madre cruzaba la carretera, entraba en la terraza y cada noche nos dejaba uno o dos cachorros para que jugáramos un rato. Nosotros teníamos un sofá pequeño con el respaldar redondeado, lo tumbábamos con el respaldar en el suelo, subíamos al cachorro y lo mecíamos, cuando el pobre salía caminando hacía algunas S... y alguna vez alguno vomitaba. “Papi, ¡el perro vomito!”, “¿Qué perro?, ¡no tenemos perro!”, y yo cruzaba la carretera cachorro en brazos para devolverlo.

Un día, estaban en casa Princesa y Alf y nosotros jugábamos con ellos. Mis padres aparecieron y nos dijeron: “Nos han dicho que podemos quedarnos con un cachorro, nos lo regalan, pero hay que elegir uno y sólo uno, así que hay que ponerse de acuerdo”. Mi hermano era muy pequeño y seguía jugando así que la decisión era casi mía si los convencía.


“Creo que prefiero quedarme con Alf, Princesa es preciosa, tiene los ojos azules, es muy bonita, es de raza y todos la querrán, siempre preguntan por ella. Nadie pregunta nunca por Alf, todos le miran como si fuera feo y seguramente nadie se lo llevará, así que yo me quedo con él”. No sé si la decisión fue mía, seguramente el tamaño de Princesa echó para atrás a mis padres para quedársela, eran perros de casi 40 kilos. Sea como sea, nos quedamos con él porque era el raro, el feo el que nadie iba a querer, pero fue mi amigo y mi compañero durante 18 años, y si volviera atrás le volvería a elegir sin pensarlo, para mí y para mi familia fue el perro más maravilloso del mundo. Y si las lágrimas me lo permiten poco a poco iré contando más historias sobre él...

sábado, 6 de diciembre de 2014

Mascotas en la ficción

Hace unos días estaba viendo la reposición de “Como conocí a vuestra a madre”, una de mis series favoritas. Concretamente un episodio en el que Barney Stinson se encuentra con un perro callejero. Al principio se quiere deshacer de él pero al instante y gracias a la ayuda de este perro consigue ligar y desde ese momento lo adopta como colega de ligues y lo bautiza como Colegaman, provocando toda una serie de situaciones muy cómicas.

 Colegaman junto a Barney en una cena que le preparan a Barney sus amigos porque están preocupados porque está haciendo cosas raras. Qué sabrán ellos :-D


Este episodio hizo que me pusiera a pensar en las mascotas que han aparecido en la ficción y que por alguna razón todavía recuerdo y pensé que no sería mala idea el escribir una lista de estas mascotas que se ganaron un hueco en mi memoria.
 La primera que me vino a la mente fue Nanook o Nanuk, un enorme y precioso perro de la raza Husky Siberiano que aparecía en la película “Jóvenes Ocultos”. Jovenes Ocultos es una película sobre una familia que se muda al clásico pueblo norteamericano y se encuentra con que allí hay una pandilla de vampiros “adolescente”. No es tan mala como suena…bueno, casi :-D pero a mi particularmente me gusta. El caso es que el hijo menor de esta familia tiene por mascota a Nanook y creo que fue la primera vez que yo veía a un perro de esta raza y me resultó impresionante, sobre todo en las escenas en las que protege a su dueño del ataque de los vampiros.

  Un perro precioso




Lucky (afortunado), el gato de la familia Shumway en “ALF”. Un animal en peligro constante ya que los gatos eran el plato favorito en Melmac, planeta de Alf. Las escenas en las que Alf quería comérselo y el gato o salía huyendo o era salvado en el último segundo se sucedieron durante todas las temporadas que duró la serie.

 Ponle un poco de perejil picado por encima, mas que sea.

Solo me viene a la mente otro gato que haya vivido una tensión constante como Lucky y ese es Jonsey, el gato que viajaba en la Nostromo en la película “Alíen, el octavo pasajero”. Responsable de algunos de los sustos que provoca la película fue el único superviviente junto con Ripley. Como dato curioso, Jonsey, fue interpretado por cuatro gatos diferentes y para lograr su interpretación estelar – La escena en la que el gato bufa y sale huyendo del Alíen – lo pusieron delante de una trampilla desde la que salía un perro pastor alemán. Jonsey, un actor del método ;) 

Qué Alíen ni qué niño muerto. Dónde está el puñetero perro

Y de dos gatos a un roedor. La marmota Phil de la película “Atrapado en el tiempo”, una de mis películas favoritas. Basada en el folklore de Estados Unidos en el que en varios sitios una marmota determina si el invierno se termina o se alarga en función de si esta ve su sombra al despertar de su hibernación. La marmota Phil es real y se convirtió en la más famosa a raíz de esta película. Mi escena favorita es cuando Bill Murray – que interpreta a un reportero del tiempo también llamado Phil – roba a la marmota y  la pone al volante de una camioneta para acabar estrellándose. ¿Será por eso que la marmota Phil mordió varias veces a Bill Murray y tuvieron que vacunarlo contra la rabia?

Too fast toó furioso marmotil :-D

Por supuesto no me he olvidado de uno de los perros más monos que han aparecido en el cine. Verdell de la película “Mejor Imposible”. Una gran película en la que la presencia de Jill – nombre real del perro – es crucial, pues es, en parte, responsable de la gran transformación de carácter que sufre Melvin Udall, el personaje interpretado por Jack Nicholson. Sin duda, Jill interpretó tan bien su papel como el propio Nicholson el suyo.

Para comérselo


De un grandísimo perro actor a dos gatos que no hicieron más que de ellos mismos pero que, a pesar de salir en una serie que francamente no me gustaba demasiado y no seguí, no he podido olvidar. Me refiero a los gatos de Lilly Rush, la protagonista de “Caso Abierto”. ¿Qué tienen estos gatos de especial? En la mayoría de las series, por no decir que en todas, cuando sale alguna mascota suele ser muy mona, tener buena estampa, con un pelaje inmaculado, etc. En este caso no. Lilly Rush es una inspectora de homicidios con un carácter complejo y sus gatos los recogió directamente de la calle. Uno de ellos está tuerto y al otro le falta la pata trasera. Son gatos que ella misma rescató y ese hecho junto con las marcas que una vida muy difícil en las calles proporcionó a los animales hace que tengan una mención muy especial en este post.


Un hurra por los productores de una serie que supieron ser valientes y rompieron estereotipos


Para finalizar me voy a poner algo friki y a mencionar a dos de las mascotas más raras que recuerdo. La primera es el Bit de la película Tron, la original de 1982. Bit es la representación de un digito binario del mismo nombre, bit. En Tron se representa en tres formas geométricas según se encuentre en reposo, esté dando una respuesta afirmativa o esté dando una respuesta negativa. A pesar de la limitación de su lenguaje, pues solo puede decir Sí y No, consigue expresar emociones y dar un contrapunto de humor en las escenas en las que aparece.
Bit en estado de reposo, ni frío ni calor

La ultima y para mí la mascota más extraña de todas es Bubo, el búho –en realidad mochuelo – que aparece en “Furia de titanes”, la original de 1981. Uno de los símbolos asociados a Atenea – La diosa griega – es un mochuelo que representa la sabiduría. En la película, Atenea – o Atenas – envía a Bubo para que ayude a Perseo. La decisión de que este animal fuera representado como un búho mecánico en la película no está clara, pero muchos apuntaron a que era una especie de copia del robot R2-D2 de La Guerra de las Galaxias. Lo cierto es que las similitudes entre ambos personajes son notables, hasta el punto de que Bubo se comunica emitiendo una serie de pitidos agudos que sólo entiende Perseo.
Os dije que yo quería el gato dorado que mueve la pata de los chinos


Seguro que a ti se te ocurren otras tantas. Comenta este post ya sea en el Blog, en el Facebook o en el Google+ con aquellas mascotas de las que guardas un recuerdo especial y las incluiremos en una próxima recopilación ;-D. 

Redactado por Gustavo García
@glgargon on Twitter
google.com/+GustavoGarciaG